Los electrodos están construidos con una aleación especial de cobre que cumple con las características necesarias para actuar como antifouling, eliminando la bioincrustración en filtros y tuberías.
Los ánodos de aluminio protege las tuberías de acero, asimismo que producen una película de cupro-aluminio, que actúa como una capa anticorrosiva sobre las superficies internas de las tuberías.
Produciendo iones de hierro, el
ánodo de ‘hierro dulce’ ayuda a mantener una capa protectora de
óxido sobre las superfcies internas de las tuberías para suprimir la
corrosión.
Los ánodos de propósito dual se pueden fabricar
con elementos de cobre/aluminio o cobre/hierro en un conjunto
simple.
En algunos casos, a la hora de usar ánodos estándar, puede
ser beneficioso disponer de un cátodo para evitar los problemas
derivados de la corrosión de la corriente de fuga, especialmente
cuando los filtros están revestidos internamente y el cesto está
aislado.
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